Tibleus es un hayedo mágico. De él se cuentan innumerables historias, incluso dicen que el diablo, al verse en él, tuvo miedo:
Quiera Dios que te vayas más allá de los infiernos
Desde el Concejo de Salas al Concejo de Somiedo
Hasta el bosque de Tibleus donde el diablo dijo miedo
El hayedo permanece intacto al paso del tiempo, cercando sus historias y secretos con la certeza de que sin protección perdería vida, aunque cambia de color en cada estación: al anaranjado otoñal, le sigue el desnudo invernal, vestido por el verde primaveral, y así año tras año…. Es como las historias, los cuentos que, irreductibles al paso del tiempo, nos descubren diferentes colores según quién los escucha.
El poder de la palabra
Los cuentos y la tradicional oral han sido y son claves en el desarrollo humano. Gracias a los cuentos e historias tradicionales la humanidad ha podido perpetuar su conocimiento y costumbres de generación en generación y, una vez generalizadas la escritura y la lectura, han servido de base para la creación de historias con las que han crecido generaciones enteras.
En plena era digital es sorpendente que algo tan analógico como la palabra continúe teniendo tanto poder e influencia. Los cuentos y la narración oral se han revelado como herramientas poderosas, no solo para perpetuar valores y costumbres considerados como valiosos por las distintas sociedades, sino para potenciar el afianzamiento de nuevos valores como la interculturalidad y la integración social de colectivos desfavorecidos, la no discriminación de nadie por su capacidad, raza, sexo, religión o cualquier otro motivo. Quienes impulsamos Tibleus estamos especialmente interesados en esta capacidad de los cuentos y defendemos la figura del Cuentacuentos o Narrador Oral en la sociedad actual y en el ámbito pedagógico como educador en Valores Universales.
Somiedo: sede del primer festival de cuentos de Asturias
Nuestro objetivo es transformar Somiedo en la fiesta de la palabra y del oído. Convertir distintos espacios del concejo en escenarios mágicos por los que pasen diferentes narradores orales seleccionados de tal forma que la rica tradición oral de nuestra tierra se de la mano con las propuestas más innovadoras o las que vienen de otras latitudes. Si bien las propuestas dirigidas a las niñas y a los niños serán un eje central del festival, como no puede ser de otra manera en un concejo declarado “Amigo de la infancia” por la UNESCO, la idea es que todas las edades puedan disfrutar con diferentes propuestas adaptadas a un público plural.
El Festival se desarrolla en un pequeño anfiteatro situado detrás del edificio del Parque Natural de Somiedo. Hasta su utilización en la primera edición del Festival permanecía como un espacio de paso sin ningún uso principal. Desde entonces, este magnífico espacio exterior se ha acondicionado con bancos de madera y arreglado algunos de los desperfectos que presentaba. En el caso en que el tiempo no permita la realización del Festival en el exterior, se realiza en el salón de actos del edificio del Parque Natural de Somiedo.
Somiedo, con una población estimada en torno a 1.000 habitantes y una población flotante que la duplica, tiene alto interés ambiental, declarada en 1988 Parque natural y Reserva de la Biosfera, siendo uno de los destinos turísticos asturianos de montaña más importantes.
El éxito de un proyecto cultural conjunto
El acceso a una agenda cultural gratuita y de calidad en una zona rural del interior de Asturias como es Somiedo, alejada de las principales ciudades asturianas, y carente de una agenda sistemática y continua que facilite la generación de pensamiento crítico entre la infancia, juventud y sus familias es la principal justificación de Tibleus.
La necesidad e interés manifestado por los niños y niñas del concejo, el apoyo desde el ayuntamiento local y la participación activa de grupos locales son el mejor aval para garantizar la continuidad del festival. Es, por otro lado, un reclamo para muchos visitantes que acuden atraídos por esta cita cultural o que, sin conocerla inicialmente, participan de ella en su visita a Somiedo.